Por Julia Montesoro

En un mundo globalizado y en constante avance tecnológico, la accesibilidad, inicial y generalmente considerada desde la perspectiva del acceso físico a los entornos (barreras urbanísticas o arquitectónicas), actualmente se presenta como una problemática vinculada particularmente al acceso a los medios audiovisuales, la información, la comunicación y el ocio. Es considerada, asimismo, como una forma de garantizar la calidad de vida, la igualdad de oportunidades, los derechos a la información y al acceso a servicios básicos de las personas con discapacidad.


En tal sentido, resulta pertinente señalar que el derecho al acceso pleno a la vida social, el principio de integración efectiva en la sociedad, está estrechamente relacionado con el concepto de accesibilidad universal, condición que posibilita que cualquier persona – incluso aquéllas que posean limitaciones en la movilidad, el entendimiento o la
comunicación-, pueda llegar a un lugar, objeto o servicio.


En materia de accesibilidad audiovisual el subtitulado para sordos es una herramienta cada vez más consolidada en varios países europeos, sobre todo en España, pionera en accesibilidad. En tanto que en Argentina es una opción que hasta el momento impulsan fundamentalmente grupos independientes y fundaciones autogestionadas, cuyo trabajo es fruto de la labor de especialistas en lingüística, comunicación, traducción y medios audiovisuales, además de miembros de la comunidad sorda, de instituciones relacionadas con la problemática de la sordera, y personas hipoacúsicas. Muchos de ellos, con activa participación en el impulso de herramientas jurídicas como la ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada en octubre de 2009 -y posteriormente modificada con el cambio de gobierno de 2015-, cuyo artículo 66 contempla la accesibilidad mediante la Lengua de Señas Argentina (LSA) y el Subtitulado para Personas Sordas (SPPS).


Este trabajo indaga sobre el cambio de paradigma respecto a la noción de accesibilidad, en el pasaje de una acepción reduccionista que la limita al acceso físico, a una ampliación en torno a la accesibilidad universal (planteada, entre otras fuentes consultadas, en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad) y vinculada con la garantización de los derechos de las personas con discapacidades. A su vez, estudiamos si esta complejización de la problemática de la accesibilidad tiene su correlato normativo en Argentina y su eficacia en la integración de las personas sordas e hipoacúsicas en torno al acceso a la producción audiovisual.
En este contexto se enmarca el presente trabajo, cuyo objetivo es investigar los formatos de accesibilidad al cine argentino que se están produciendo en nuestro país para sordos e hipoacúsicos, y profundizar en las particularidades de dichas técnicas de adaptación en el ámbito local. Asimismo, se han relevado distintas experiencias vinculadas con esta modalidad accesible destinada a personas con trastornos auditivos, que comenzaron a darse en los últimos años, a los efectos de procurar un estado de la cuestión en Argentina. En tal sentido, cabe señalar que a la luz de estos casos, resulta evidente que hasta el momento en el país se avanzó tímidamente respecto de una herramienta, sistema o “artefacto” que adapte el cine para personas afectadas por alguna discapacidad auditiva (sordera e hipoacusia), facilitando su integración en las salas convencionales
(concebidas, no está de más recordarlo, por y para personas oyentes).

Periodista especializada en cine argentino, dirige y conduce GPS Audiovisual, multimedio digital dedicado a las producciones audiovisuales argentinas. Conductora del programa multiplataforma GPS Audiovisual Radio y de GPS Audiovisual Podcast. Graduada como Especialista en Industrias Culturales en la Convergencia Digital (UNTREF, 2021), cursó un Posgrado en Industrias Culturales (UNTREF), se capacitó en Diseño y Gestión de Emprendimientos Culturales y es egresada de la carrera de Periodismo y Comunicación Social (UNLP).

Se desempeña como asesora en el diseño y la comunicación de producciones audiovisuales, y de distintos festivales de cine del país. También dicta seminarios y capacitaciones sobre comunicación de proyectos audiovisuales en la era digital. Integra la Comisión Asesora de Exhibiciones Cinematográficas (representante del Ministerio de Cultura de la Nación). Es coautora de la sección dedicada al cine argentino del Diccionario del Cine Iberoamericano, editado por la Sociedad General de Autores de España, y autora de un artículo del libro El asombro y la audacia. El cine de María Luisa Bemberg, obra colectiva compilada por J. Kratje y M. Visconti, editada por el 35º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Fue docente en TEA y jurado en distintas ediciones del festival de cortos de niños y jóvenes Hacelo Corto, del Festival Nacional “Cine con Vecinos”, del Festival Internacional de Cine Ventana Andina, y de “La Mujer y el Cine”, entre otras muestras.  Trabajó en diversos medios (La Nación, La Razón, Caras, El Día, Diario Popular, entre otros), y se desempeñó como columnista de cine en Radio La Red, AM590 Continental, Radio del Plata, y AM950 Belgrano, entre otras emisoras.